La suerte de la lotería recayó en esta ocasión en el centro comercial El Mirador. La administración de lotería número 54 de Las Palmas de Gran Canaria repartió 300.000 euros a la serie de la Lotería Nacional del pasado jueves, 24 de agosto. El número agraciado ha sido el 01970. A cargo de Esther Gloria Almeida Sánchez, se trata de la primera vez que la sucursal del centro de ocio y compras de Jinámar otorga un premio de relevancia, después de siete años repartiendo ilusiones.
Se trata de un premio que se vendió por terminal, por máquina, por lo que los loteros desconocen cuántas series se vendieron en la administración. Desde primera hora de la mañana un cartel anuncia en el escaparate de la administración el número premiado. Hasta el momento, el negocio familiar se había limitado a entregar premios menores, aunque en 2011 otorgaron el posterior al segundo premio de la Lotería de Navidad, por lo que correspondieron unos 4.000 euros.
Numerosos clientes del establecimientos felicitaron a los administradores durante todo el día de ayer. Alguno incluso afirmó tener el décimo en el bolsillo, entre bromas, claro, mientras otros se lamentaban y buscaban por si acaso. «Por la mañana vino una señora y dijo que número más feo habíamos puesto en el escaparate, le dije que salió aquí y corrió a mirar en el bolso por si le había tocado a ella», relató el dependiente Emilio Álvarez Almeida. «Pero no le tocó a ella», una vez resuelto el misterio.
En estos casos del azar nunca se sabe donde puede recaer la suerte. La sucursal lleva abierta desde finales de 2010, cuando se inauguró el centro comercial en Jinámar. Desde entonces no había logrado repartir tal lluvia de euros, ahora esperan que este premio suponga un respaldo de cara a la campaña del 22 de diciembre. «Estamos empezando a vender los números de Navidad, así que esto nos va a ayudar con las ventas en los próximos meses», señaló Álvarez.
La lotera Esther Gloria Almeida Sánchez y su familia descubrieron que el premio había recaído en su sucursal durante la noche del jueves, en ese momento les desbordó lo alegría. «Mis padres se quedaron totalmente impactados, sintieron la satisfacción de repartir un premio que puede hacer feliz a más de uno», reconoció Emilia Álvarez Almeida, dependiente e hijo de la administradora. Después de siete años repartiendo suerte consiguieron dar un pellizco de ilusión y fortuna en forma de premio.
La Provincia-Dlp
