Telde arropa el retorno de la ‘Guía Cultural’

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Hubo un tiempo no muy lejano donde las calles de Telde , como en otras ciudades, eran la casa común de todos los niños, en las que se compartían juegos, juguetes y de- portes, pero también la amistad ge- nerada durante horas y horas dis- frutando juntos de la diversión. Y ese recuerdo sobrevoló anoche en la presentación del número 26 de la Guía Histórico-Cultural de Telde, que vuelve a salir en la calle con su
temporal adiós en 2015.

Su reaparición se realizó en la sociedad cultural y recreativa La Fraternidad, en la plaza de San Gregorio y un día antes del inicio de las fiestas del populoso barrio comercial. Su regreso, demandado por los autores y por la sociedad teldense, según expusieron sus directores, José Luis Pérez y Conchy Vera, se hace con una tirada de 8.000 ejemplares y con el firme propósito de no repetir la traumática experiencia que les supuso su año en blanco. Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, fue el maestro de ceremonias en la presentación de esta publicación, que también contó con la intervención de la alcaldesa teldense, Carmen Hernández. Durante sus interveniones, tanto Morales como Hernández destacaron el esfuerzo realizado por los directores de la Guía para acercar a los lectores “nuestra historia, nuestras costumbres, nuestras manifestaciones artísticas y culturales”. Ambos reiteraron el apoyo de las instituciones que presiden a iniciativas editoriales como ésta y desearon a sus directores -José Luis Pérez y Conchy Vera- que esta nueva etapa tras un año en blanco vuelva a consolidar a la ‘Guía’, al tiempo que invitaron a la ciudadanía a leer los artículos que muestran las distintas facetas y rostros de Telde.

Redactados por especialistas en diferentes facetas de la historia del municipio, la entrega de la lámina a todo color en formato sábana que recoge 100 juegos, juguetes y deportes tradicionales de Canarias fue uno de los momentos más animados del evento, que se inició a partir de las 20.00 horas. Juegos y juguetes en los que mucho se vieron retratados en su infancia y adolescencia, con un tono nostálgico y de ternura.

La lámina tamaño sábana es el documento gráfico en el que José Luis Pérez, director junto a Conchy Vera de la publicación, ha dedicado cinco años en su elaboración después de un arduo trabajo de campo para recuperar la tradición de los juegos, juguetes y deportes de Canarias, mucho ellos practicados durante generaciones por los niños de Telde. Son un centenar los ejemplos recopilados y que muestran las distintas formas y maneras de ocio durante décadas. Antonio González Padrón, cronista oficial de la ciudad y asiduo colaborador desde el primer número de la Guía Histórico-Cultural de Telde , divide los juegos tradicionales de los niños canarios y teldenses en tres modalidades: la de la agilidad física, la mental y una combinación de ambas, y que provienen en su mayoría de la tradición española luego adaptada a la idiosincracia canaria.

Pero el siglo XXI, el de la hegemonía de las nuevas tecnologías, ha convertido casi en relatos de viejo esas actividades que hoy se denominan al aire libre por los educadores, mientras los menores mantienen fijada su vista solo en la pantalla de su dispositivo. Adiós a las patinetas, a los partidillos en la calle o a otras actividad físicas distintas a pulsar el teclado de los móviles o tabletas.

“Pintores como Velázquez, Goya o Murillo crearon obras que te- nían como temática los juegos”, apunta González Padrón, quien apuesta por recuperar los juegos de antes “con la organización de talleres de juguetes y juegos que podrían desarrollarse luego durante las fiestas patronales y las de los barrios”. En su opinión, “los niños de ahora no saben jugar y al igual que se potencian los deportes autóctonos para que no desaparezcan, los juegos y juguetes también deberían tener la misma consideración por las autoridades”.

En la evocación de un pasado reciente de los juegos y juguetes más apreciados por los niños de Telde, no muy distintos al de resto de Canarias, Antonio González rescata algunos de su olvido. Así, la cometa en los meses de verano, los barcos de latón o de madera en las aguas calmas de septiembre y octubre son algunos de los juegos que el cronista define como de estación. En esta categoría incluye la realización de pitos con las pipas de los albaricoques -en la temporada álgida de esta fruta- o el lanzamiento de éstas a modo de peculiar petanca. La piola, el pañuelo, el
juego del boliche o gua, el teje y el trompón también eran de los más practicados y ya algo más pícaro aunque inocentón, “el del teléfono, donde en aquellos tiempos era la oportunidad de acercarse a las niñas con la excusa de decirles algo e intentar besarlas”, apunta.

La Provincia-Dlp

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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