Los colectivos vecinales de San Gregorio llevan semanas denunciando al gobierno de Telde por la alarma social que se ha generado en la populosa zona residencial con episodios diarios de inseguridad, protagonizada por los centenares de oKupas que pernoctan en los bajos de las ruinas del Palacio de Cultura, con sus acompañantes y visitantes, las 24 horas del día, tras haberse convertido en los últimos meses en un antro de tráfico de drogas, trapicheos y prostitución (se pude ver en el perímetro de las ruinas del mamotreto, jeringuillas tiradas en el sueldo y preservativos) perturbando la tranquilidad y el sosiego de los residentes.