La casta política de Telde se eterniza en el ayuntamiento por la extraordinaria capacidad de olvido de los «súbditos» de esta ciudad, por ejemplo, de cuales desahuciada a los moradores morosos de sus nichos. También es verdad que tiene menos repercusión estos desahucios porque no llevan suicidios, al estar muertos los desahuciados.
PROHIBIDO OLVIDAR
Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
Por eso en Telde seguimos sufriendo, los vivos y los muertos en sepulcral silencio.
PROHIBIDO OLVIDAR
En Telde la crisis no respetó ni a los muertos. ¿No se cuentan ya por miles los desahucios inmisericordes a los vivos? Pues los fallecidos no fueron menos. Los dos cementerios de Telde estuvieron plagados de avisos de desahucio para los moradores de los nichos que no tenían abonada su renovación.
Pocos se acuerdan que de que no hace mucho tiempo en Telde la casta política desshauciaba a los moradores de los nichos de los cementerios, incluso con avisos, para escarnio, vergüenza y deshonra de los débitos.
De hecho muchos de los concejales de Telde (gobierno y oposición) se están enterando en este instante de este episodio macabro de la vida política de la ciudad.
Por suerte nos queda la hemeroteca, la videoteca y la fonoteca.
PROHIBIDO OLVIDAR
Los dos camposantos de Telde estuvieron llenos de avisos de desahucios por impagos en la renovación de los nichos. La pegatina llevaba el escudo del Ayuntamiento y un texto de dos párrafos que comunicaba de la finalización de la concesión temporal del nicho, que es de 5 años. La nota que pueden ver en la foto era oficial y hasta cita varios articulos de un reglamento, pero el mensaje es clarito como el agua y no llama a engaños. Como no ha pagado, al osario. Y no había una, ni dos, ni diez, se contaban por decenas. La crisis se cebó hasta con la sagrada tradición de conservar los restos de los seres queridos y ha multiplicado por varios dígitos los impagos en la renovación del nicho.
Había zonas en los dos camposantos, en el San Juan y en el de San Gregorio, donde los avisos adquirieron tintes de epidemia. Se extiendieron como una plaga por entre las lápidas, poniendo sobre la mesa el drama económico de muchas familias de Telde que no tenian ni los 236 euros para garantizar por cinco años un lugar donde poder ir a ver a los suyos.
Lo normal era que si en 3 o 4 meses no comparecen los familiares. entonces el Ayuntamiento ejecutaba la orden.
Nada ha cambiado tras el cambio de gobierno, porque al igual que ocurrió ayer vuelve a ocurrir ahora con los retrasos en el pago a los monjes enterradores, que en este primer episodio llevan 7 meses sin cobrar. Ya les adelanto, porque esta película la he visto varias veces. Ahora le pagarán unos meses para callarles la boca y dentro de un año más de lo mismo.
Que se pare la guagua que yo me bajo.
Manuel Ramón Santana, profesor y comunicador
