«En Telde no tenemos razones para estar orgullosos con el trabajo de nuestros políticos»

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Los ciudadanos piden de sus políticos, honradez, lo primero, vocación de servicio y capacidad de trabajo. Se trata de elegir a unos “empleados” que ocuparán puestos de concejales en el Ayuntamiento para que trabajen para mejorar el estado de bienestar de la ciudadanía, garantizar los servicios mínimos y elevar nuestra de calidad de vida . . .  

Un contrato de trabajo de los ciudadanos con los políticos que hemos firmado en las urnas en el que, entre las clausulas, aparecen unas condiciones económicas dignas, de altos ejecutivos, con un salario que el más bajo ronda los 3000 euros al mes, le pagamos también de nuestros impuestos sus dietas, sus facturas de telefonía y de internet, coche oficial y chófer, una tarjeta VISA oro para gastos imprevistos además de poner a su disposición 800 empleados municipales para desarrollar su trabajo.

¿Qué han hecho algunos grupos políticos en Telde con esa generosa confianza ciudadana? ¿Se ha mejorado en la ciudad el estado de bienestar? ¿Ha mejorado la calidad de vida de los ciudadanos? ¿A que han dedicado los políticos en Telde el tiempo que espléndidamente  le pagamos los contribuyentes para ejercer su trabajo? ¿Qué tenemos que agradecer los votantes-ciudadanos de nuestros políticos?

En Telde no tenemos razones para estar orgullosos con el trabajo de nuestros políticos, en diferentes etapas, incluida la actual y de todos los signos en los últimos años. ¿Se pudo evitar la brutal subida de impuestos en Telde? ¿Se podía mantener abierta las Escuelas Infantiles? ¿Se puedo haber frenado el alto nivel de desempleo, pobreza y miseria, cuyo aumento estos años, según Cáritas, es del 477%… y subiendo?

En el pecado los políticos en Telde llevan la penitencia. La clave del retroceso y el empobrecimiento de la población y la carencia de servicios básicos imprescindibles, es sin duda, la gestión económica pésima de los dineros públicos. En esta reflexión improvisada aporto un dato, con una frase célebre, para la reflexión.

Los empleados a quiénes hemos dado la confianza para que nos hicieran más felices, se han gastado en los últimos años, 5 millones de euros, en abogados externos, a pesar de que ya pagamos de nuestros impuestos a 60 abogados municipales, 1 millón de euros, en fotocopias, otro millón en papel higiénico. Y para realizar este despilfarro del dinero público se han hecho acompañar de un equipo de asesores que ha costado otros 4 millones de euros estos últimos años (no cuento los sueldos de los concejales, a saber otros 6 millones de euros). O sea, el saqueo a las arcas municipales ha sido en par de conceptos, de 11 millones de euros, solo en unos pocos años.

Tan solo con ese dinero dilapidado, literalmente tirado a la basura, se podría haber mantenido abiertas las Escuelas Infantiles, donde por cierto, tenían garantizado al menos el desayuno más de 500 niños y niñas, combatir la galopante bolsa de pobreza y miseria, repartiendo miles de vales de comidas a  familias que siguen viviendo y sufriendo en situación de extrema pobreza (las que cada año se han convertido en más pobre), sin necesidad de subir los impuestos.

Hay un proverbio árabe que dice: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez la culpa será mía”

Aquí dejo para pensar esta reflexión profunda.

Manuel Ramón Santana

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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