Tras la alarma social generada en La Garita por el cierre de la cancha deportiva (abierta solo unas horas al día), dejando a los menores del barrio sin la posibilidad de practicar deporte, Francisco González Vizcaino, presidente del club de bola canaria ‘Gerardo Rodríguez’ (único club que hace uso de las instalaciones), ha señalado a ONDAGUANCHE que «nosotros tenemos la llave porque nos la entregó el Ayuntamiento de Telde, pero no somos responsables del horario de apertura y cierre de la cancha, simplemente con un cartel informativo donde se informen de las horas de apertura y cierre se soluciona el problema. Hay más gente con llaves de la cancha, entre ellos, el colegio de La Garita también la tiene.
Vizcaino añadió que «es cierto que se puede interpretar mal cuando se ve a un club en exclusividad haciendo uso de las instalaciones ya que henos sido nosotros los que le hemos dado un poco de vida y visibilidad a la zona. Nosotros nos abrimos en canal por ayudar en todo lo que consideren oportuno, pero dejamos claro que no somos los dueños de esas canchas ni queremos serlo. Las usamos por aprovechar los recursos que se nos ofrecen difundiendo nuestros deportes autóctonos desde un colectivo con más de 40 licencias federativas».
La responsabilidad pues, recae como es obvio en la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Telde que no ha informado a los vecinos de los horarios de apertura y cierre de la cancha deportiva y tampoco ha definido quién, o quienes, son los responsables de hacer respetar ese horario además de colocar un cartel informativo en la puerta con dicho horario.
1 comentario en «EL CLUB DE BOLA CANARIA ‘GERARDO RODRÍGUEZ’ ACLARA QUE LAS LLAVES DE LA CANCHA DE LA GARITA SE LAS ENTREGÓ EL AYUNTAMIENTO DE TELDE, PERO QUE ELLOS NO PONEN LOS HORARIOS NI LAS CONDICIONES DE USO»
Que se puede esperar de un concejal que es un chiquillaje, sin formación ni méritos algunos, mejor lo había dejado de peón de obras que es su extenso currículum vitae, todos los mediocres hacen carrera, y NO precisamente universitaria en este dichoso pueblo, con un grupo de desgobierno sin cualificación alguna para fiscalizar y gestionar y sin una hoja de ruta.