Con Oriol Paulí como novedad en el quinteto titular, el Herbalife Gran Canaria salió como un ciclón a la pista del Gran Canaria Arena. Lo hizo sin reparos, sin temor, sin tener en el horizonte ningún otro objetivo que no fuera el de arrasar.
Con el espíritu de todo un subcampeón de Eurocup, los de Aíto García Reneses firmaron unos primeros tres minutos de gran calidad. Un parcial 10-0 con protagonismo para el joven Paulí obligó a Carles Durán a solicitar el tiempo muerto.
Tras el parón llegó el estreno anotador del equipo taronja de la mano de un Sam Van Rossom que fue el más destacado de los suyos en la primera parte. Pero la ventaja, aunque por un momento disminuyó, llegó a superar los dobles dígitos tras un triple de Sasu Salin (17-5, minuto 8).
El Valencia Basket siguió vivo en el choque tras mejorar algo en labores defensivas, y siempre amparándose en el triple. Luke Harangody estuvo muy acertado, y después de demostrar su peligro desde 6,75, consiguió anotar sobre la bocina del primer cuarto (24-17).
La superioridad claretiana era clara en el juego y en los números, pero no tanto en el marcador.
El choque se convirtió en un carrusel de triples en el que Sasu Salin fue protagonista. El escolta finés anotó dos triples en apenas un minuto. Demostró su descaro en un ataque en el que, tras errar un lanzamiento, dispuso de una nueva oportunidad cuatro segundos después y, ni corto ni perezoso, lanzó de nuevo para anotar.
Empujados por un enorme Gran Canaria Arena, el equipo claretiano consiguió de nuevo una ventaja de doce puntos (35-23, minuto 14) con un triple de un incomensurable Oriol Paulí, aplaudido siempre en sus acciones. El Herbalife Gran Canaria dominaba, pero una serie de fallos consecutivos fueron aprovechados por un Valencia Basket fino en el tiro exterior. Aguilar, con un triple, sellaba un parcial 0-8 que metía de nuevo de lleno en el partido al cuadro taronja (35-31, minuto 17).
El ambiente se fue calentando debido a las decisiones arbitrales. El trío protagonizó varias acciones polémicas a ojos de la afición, que acabó por encenderse tras una falta en ataque señalada a Albert Oliver en un bloqueo en el que acabó en el suelo. Las quejas del base significaron una técnica, a la que respondió luego anotando un triple. Vives, sobre la bocina, anotó para mantener las cosas igualadas (46-43).
Tras la reanudación Valencia Basket saltó a pista alentado por ese acierto exterior. Tras verse superados durante veinte minutos y estar a tan solo tres puntos, los de Durán se motivaron y lograron ponerse por delante por primera vez en toda la mañana tras un triple desde la esquina de Van Rossom (50-51, minuto 23).
El conjunto valenciano logró ponerse nuevamente uno arriba tras canasta de Newley, pero fue entonces cuando apareció la figura de Salin. El finés, que ya había hecho diez puntos en la primera mitad, clavó dos triples consecutivos que precedieron a un alley-oop entre Paulí y Tavares para disparar nuevamente a los locales (60-53, minuto 26), mientras los taronjas no conseguían carburar.
Valencia Basket llegó a situarse a tres puntos, pero siempre quedaron a remolque tras no poder hacer buena la remontada. A diez del final, tan solo cinco de diferencia (66-61).
La lluvia de triples no cesó en el último cuarto. Kyle Kuric clavó dos y Sasu Salin otro más para poner diez puntos de por medio (75-65, minuto 33), y casi sentenciar un encuentro que seguía teniendo el interés del average. En la Fonteta, Valencia Basket venció por 101-92 a los claretianos.
Ambos equipos tuvieron problemas para anotar en los siguientes minutos, y los valencianos buscaban hacerse fuertes desde la defensa, alternando zonas e individuales. Pero la circulación de balón del equipo amarillo fue notable durante todo el choque, y apareció Brad Newley, el que faltaba, para poner su granito de arena en la exhibición de tiro. El alero australiano, aquejado durante la semana de una gastroenteritis, anotó dos triples casi consecutivos desde la esquina para acabar por dinamitar el choque.
Al final, el Gran Canaria Arena fue una auténtica fiesta por el espléndido triunfo, apenas ensombrecido por un golpe recibido por Salin a poco del final que le hizo retirarse con un fuerte dolor en el brazo. Triunfo vital de los grancanarios en la lucha por el Playoff para aferrarse a la octava plaza.
